Hábitos poderosos para los emprendedores
Existen diferentes formas de hacer las cosas y el adoptar rutinas que generen buenos resultados es ideal para los emprendedores.
Las personas que planean demasiado tienden a actuar poco, por lo que es mejor ser adoptar una postura simplificada y clara.
Por más grande que sea un proyecto, puede resumirse en formatos cortos, así se evitan detalles poco relevantes y se enfoca en la parte principal de la operación.
Establece tus objetivos, comprometete con tu espacio de trabajo, contigo y con el resto de tu equipo de trabajo. Los objetivos deben estar cerca de ti y a la vista de quien los solicite, generando poder para tu auto compromiso.
Las decisiones fundamentales en tu empresa cambiarán y definirán la estructura general de tus proyectos; son decisiones que no se deben tomar precipitadamente. Por otra parte, las decisiones comunes no afectan demasiado a la estructura.
Un ejemplo de una decisión fundamental es definir los porcentajes de negocios con tus asociados o la forma de intervenir específicamente con un cliente.
Una decisión común es definir colores o formas en un logotipo o elegir el camino a seguir para las ventas.
Piensa qué es lo mejor y actúa; si dudas, pregunta, pero no te estanques. Es mejor que comiences con las acciones que te llevarán a vender que detenerte meses por tu imagen.
La mayoría de las veces, cualquier idea millonaria o decisión inteligente viene a los pocos días de haber hablado sobre ella o de su planteamiento inicial. Toma tu tiempo, enfría tu mente y distráete un poco.
Si eres de los que explotan en sus decisiones y dicen cosas de las que después se arrepienten, ubica esta regla y piensa con calma, enfría, enfría, y deja que tu mente lo deje pasar. Si viene en un rato a tu mente déjate pensarla, pero no te preocupes demasiado.
Considerando que el día uno es cuando se realiza el planteamiento inicial, los días dos y tres para el análisis y al cuarto se define el plan, entonces al quinto día debes comenzar a tomar las acciones necesarias para la tarea en cuestión.
Esta es una manera poderosa de ejecutar tus proyectos y aplicable en cualquier empresa sin importar su giro.
El conectar con tus clientes de manera personal es vital para el éxito de tu negocio.
Procura un saludo cordial antes de comenzar un mail, antes de hablar con alguien y antes de cualquier cosa, y si en todo ello existe la empatía genuina, déjala fluir; invítale a tu cliente a comer a un restaurante, o a ver un partido de futbol, observa qué le interesa o qué le gusta, y realicen esa actividad juntos.
Las personas lo valoran más si, aun decírtelo, tú lo observaste o lo averiguaste. Esto siempre pone una estrellita en la frente del que lo hace.
Aunque es bueno establecer lazos amigables con los clientes y empleados, se debe establecer una línea entre lo laboral y lo personal. Mantén espacios como tu casa y a tu familia cercana al margen.
En su momento se pudiera extender la invitación a un evento social importante, pero nunca a una carne asada en tu casa. Evita que esto sea un obstáculo en el éxito de tus negocios.
Un descuento superior a 10% o 15% puede hacerte ver necesitado. Si quieres hacer ver oportunidad en los demás, ofrece siempre más cosas; esto es, mejora bajar tus precios. Si lo que vendes es prestigio y calidad para un grupo selecto, no es recomendable hacerlo; quizás el tope deba ser un 15%en descuentos.
Si la búsqueda de tu posicionamiento busca ser masivo, el porcentaje puede elevarse. No te recomendamos establecer descuentos superiores al 30%. Un 50% de descuento sólo puede entrar una vez al año o por un lanzamiento especial, y eso si tu producto es masivo, de uso regular o si su mercado está demasiado competido.
Conocer gente nueva genera nuevas posibilidades de oportunidad en todos los sentidos. Hazlo más frecuente si lo tuyo son servicios; esto es básico.
Si hace mucho que no creces tus contactos, cómo esperas generar un cambio, llegar a más personas y hacer la diferencia.
No siempre digas todo, espera que te pregunten. No muestres la necesidad de promover tu servicio o producto. Comienza por interesarte en lo de los demás con preguntas como ¿a qué te dedicas? Sobre todo al conocer personas nuevas.
La forma obvia de reciprocidad será que ellos te pregunten ¿qué haces o a qué te dedicas? Entonces podrás darle algo que les genere interés.
Fuente: Forbes